Las resinas dentales no son solo una “rellenadura”, sino un tratamiento estético y funcional que devuelve a tus dientes su forma, fuerza y belleza natural. Se utilizan para reparar caries, fracturas pequeñas, desgastes o cerrar espacios, pero el verdadero valor está en cómo se integran de manera invisible con tu sonrisa.
Antes de colocar la resina, realizamos un diagnóstico estético y funcional con fotografías y registros digitales. De esta manera, elegimos el color exacto que se funde con tu diente y logramos un acabado que no se distingue del esmalte natural.
El procedimiento es mínimamente invasivo: se conserva al máximo la estructura sana del diente y se añade solo el material necesario. El resultado inmediato es un diente restaurado que cumple su función al masticar y que al mismo tiempo luce impecable al sonreír.
Más que reparar, las resinas te devuelven confianza, porque sabes que nadie notará el procedimiento y que tu sonrisa vuelve a ser tuya, sana y completa.