Implantes dentales

Perder un diente no significa perder tu sonrisa. Los implantes dentales son la solución más avanzada y confiable para reemplazar una pieza dental, devolviendo no solo la función al masticar, sino también la confianza al sonreír y hablar.

Un implante consiste en una raíz artificial de titanio que se coloca en el hueso y que, una vez integrada, funciona como si fuera un diente natural. Sobre ella colocamos una corona personalizada, diseñada para que encaje en color, forma y proporción con el resto de tus dientes.

Antes de iniciar, realizamos un estudio clínico y radiográfico para conocer la calidad y volumen de tu hueso. Es, digamos, como revisar los cimientos antes de construir: aseguramos que la base sea fuerte y estable para que el implante dure muchos años. En algunos casos utilizamos tomografías 3D para planear la colocación con máxima precisión.

No solo se trata de “poner un diente”, sino de que ese nuevo diente luzca natural en tu rostro y se sienta como parte de ti. Por eso, al igual que en los tratamientos estéticos, definimos contigo el tono de blanco y la forma que mejor armonizan con tu sonrisa.

Durante el procedimiento utilizamos técnicas seguras y controladas, con anestesia local y mínima incomodidad.

Además, desde la primera cita sabes con claridad cuántas sesiones tendrás y cuánto tiempo llevará el proceso, sin sorpresas en el camino.

El resultado es una solución estable, duradera y estética. A diferencia de las prótesis removibles, el implante se siente y funciona como un diente natural: puedes morder con seguridad, hablar con normalidad y sonreír sin preocuparte de que “se note”.

Más que un diente nuevo, recuperas la tranquilidad y la libertad de vivir tu día a día con confianza plena.